Y POR ÚLTIMO LA CLASE DONDE NORMALMENTE ESTOY...ESCALERAS...MESAS FIJAS...POCO ESPACIO PARA PASAR CON LA SILLA HASTA LAS MESAS... PUERTAS DIFICLES DE ABRIR...
jueves, 7 de mayo de 2009
miércoles, 6 de mayo de 2009
UN DIA EN LA UJI EN SILLA DE RUEDAS
Para empezar diré que la UJI no está para nada habilitada para gente con algún tipo de discapacidad motora, que tenga la movilidad reducida por alguna razón.
Cuando por primera vez pise la UJI, mi visión no era la de una persona normal, que solo se preocupa por encontrar su clase, yo además debia de preocuparme de como llegar a ella, que medios tenia.Iba con muletas y sabia que tenia que ser intervenida de nuevo en un par de meses, así que fui en busa del servicio de necesidades educativas especiales, pregunté por ayudas para el desplazamiento y por supuesto no habia.
Así que observé el terreno y decidí no pensar al respecto hasta que me operaran y así fue, aparecí de nuevo en la UJI con una flamante silla de ruedas, además de que todo el mundo te mire pensando, que hace esta en silla, yo tenia que hace frente a la logística de como moverme por allí. En breve descubrí que sola no podia, todas las aceras tienen un desnivel imposible de subirlo por mi misma, muchas clases, especialmente las de música, tienen lo mismo, sola no podia entrar.
Así que la primera semana mi novio me hizo de taxista, sólo le faltaba entrar a las clases y de paso aprender algo más, mis compañeras se brindaron enseguida a ayudarme, gracias a Dios o mejor a la brillante educación que tienen. Así que fueron turnándose para llevarme de clase en clase, de casa a clase, lo cual para mi era imposible, no penseis que vivió a kilómetros de distancia, estoy en la finca azul esa de enfrente de la UJI y es completamente imposible hacer todo el paseo de entrada sola, y por supuesto las rampas, que de pensarlas ya me dan escalofríos.
Así que mis compañeras, por días han ido empujando mi carrito, para las rampas hay días que he necesitado a dos de ellas para subir, todo un poema.
La UJI será muy moderna pero de cómoda y accesible no tiene nada, las rampas NO SIRVEN PARA NADA, más bien están de adorno, la pendiente es excesiva, los accesos a las aulas inacabados bordillos y más bordillos, en las aulas hay escaleritas además de que las mesas son fijas no puedes poner tu silla donde quieras además no ves bien la pizarra por que estás demasiado cerca, yo he tenido que sentarme en una silla del aula y me pregunto que hubiera pasado sino lo hubiera podido hacer.Múltiples escaleras, mis luchas diarias por abrir puertas y poder entrar en ellas sin ser atacada, ascensores que utiliza gente con dos piernas y por supuesto la falta de educación de muchos. Una escena, un grupo de chicas esperando el ascensor y yo, se suben todas y me dejan allí. Y digo yo que el ascensor es para gente que no pude subir las escaleras y en este grupo no entran las que llevan tacones demasiado altos que no les permite caminar correctamente...
En fin la situación es alarmante, por que lo más lógico hubiera sido tirar la toalla, por que no tengo silla eléctrica, no sabia como se iban a portar mis compañeras y estaba la verdad un poco asustada por que me dolía todo, pero lo mejor de todo esto es que te haces a la situación por que sino ahí te quedas y aprendes que en la sociedad en que vivimos impera la ley del más fuerte y empiezas a disfrutar mirando hacia otros lados que nunca habías visto.
En cuanto a la UJI queda muy bien decir que hay un departamento de ayuda a las personas con necesidades especiales, o que hay accesos, que para subirlos necesitas estar preparándote como para una maratón y entonces empiezas a pensar cuan hipócrita es la gente y que para mostrar lo que no son hacen lo que haga falta, por favor, propongo un día de puertas abiertas con silla de ruedas, no quedaba ni el apuntador.
Aquí os pongo el enlace para ver algunas de las fotos que he hecho.
http://picasaweb.google.es/susanagheras/Universidad?authkey=Gv1sRgCP2VgsiN8djGBw#
Cuando por primera vez pise la UJI, mi visión no era la de una persona normal, que solo se preocupa por encontrar su clase, yo además debia de preocuparme de como llegar a ella, que medios tenia.Iba con muletas y sabia que tenia que ser intervenida de nuevo en un par de meses, así que fui en busa del servicio de necesidades educativas especiales, pregunté por ayudas para el desplazamiento y por supuesto no habia.
Así que observé el terreno y decidí no pensar al respecto hasta que me operaran y así fue, aparecí de nuevo en la UJI con una flamante silla de ruedas, además de que todo el mundo te mire pensando, que hace esta en silla, yo tenia que hace frente a la logística de como moverme por allí. En breve descubrí que sola no podia, todas las aceras tienen un desnivel imposible de subirlo por mi misma, muchas clases, especialmente las de música, tienen lo mismo, sola no podia entrar.
Así que la primera semana mi novio me hizo de taxista, sólo le faltaba entrar a las clases y de paso aprender algo más, mis compañeras se brindaron enseguida a ayudarme, gracias a Dios o mejor a la brillante educación que tienen. Así que fueron turnándose para llevarme de clase en clase, de casa a clase, lo cual para mi era imposible, no penseis que vivió a kilómetros de distancia, estoy en la finca azul esa de enfrente de la UJI y es completamente imposible hacer todo el paseo de entrada sola, y por supuesto las rampas, que de pensarlas ya me dan escalofríos.
Así que mis compañeras, por días han ido empujando mi carrito, para las rampas hay días que he necesitado a dos de ellas para subir, todo un poema.
La UJI será muy moderna pero de cómoda y accesible no tiene nada, las rampas NO SIRVEN PARA NADA, más bien están de adorno, la pendiente es excesiva, los accesos a las aulas inacabados bordillos y más bordillos, en las aulas hay escaleritas además de que las mesas son fijas no puedes poner tu silla donde quieras además no ves bien la pizarra por que estás demasiado cerca, yo he tenido que sentarme en una silla del aula y me pregunto que hubiera pasado sino lo hubiera podido hacer.Múltiples escaleras, mis luchas diarias por abrir puertas y poder entrar en ellas sin ser atacada, ascensores que utiliza gente con dos piernas y por supuesto la falta de educación de muchos. Una escena, un grupo de chicas esperando el ascensor y yo, se suben todas y me dejan allí. Y digo yo que el ascensor es para gente que no pude subir las escaleras y en este grupo no entran las que llevan tacones demasiado altos que no les permite caminar correctamente...
En fin la situación es alarmante, por que lo más lógico hubiera sido tirar la toalla, por que no tengo silla eléctrica, no sabia como se iban a portar mis compañeras y estaba la verdad un poco asustada por que me dolía todo, pero lo mejor de todo esto es que te haces a la situación por que sino ahí te quedas y aprendes que en la sociedad en que vivimos impera la ley del más fuerte y empiezas a disfrutar mirando hacia otros lados que nunca habías visto.
En cuanto a la UJI queda muy bien decir que hay un departamento de ayuda a las personas con necesidades especiales, o que hay accesos, que para subirlos necesitas estar preparándote como para una maratón y entonces empiezas a pensar cuan hipócrita es la gente y que para mostrar lo que no son hacen lo que haga falta, por favor, propongo un día de puertas abiertas con silla de ruedas, no quedaba ni el apuntador.
Aquí os pongo el enlace para ver algunas de las fotos que he hecho.
http://picasaweb.google.es/susanagheras/Universidad?authkey=Gv1sRgCP2VgsiN8djGBw#
lunes, 9 de marzo de 2009
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